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A raíz de una lesión medular a los 15 años de edad, Guillermo Alzate llegó al deporte adaptado para ser referente. Gracias a un proceso de rehabilitación pudo acercarse al baloncesto en silla de ruedas, disciplina que hoy lo tiene en la Selección Colombia.
Actualmente, el bogotano tiene 36 años, y tiene el honor de decir que lleva un proceso de 17 años involucrado en el deporte paralímpico nacional, precisamente esto lo llena de orgullo y satisfacción, pues esa experiencia es esencial en los aportes al equipo.
En Lima 2019, la selección consiguió una medalla de bronce y la clasificación a los Juegos Paralímpicos de Tokio, siete años después de la última participación. En este hecho, Guillermo fue protagonista y así lo recuerda: “fue una experiencia muy bonita. Fue gracias al sacrificio de cada uno, a lo que hizo la entrenadora por nosotros y la motivación de nuestros allegados. no pensaba que esto volvería a suceder de esta forma”, mencionó.
La experiencia de Alzate lo ha llevado a jugar en Juegos Paralímpicos, exactamente en Londres 2012, donde el seleccionado quedó en el puesto número cinco, también es mundialista, y esa experiencia en el equipo se siente.
Para este jugador, la familia es su motor, “para motivarme a entrenar siempre pienso en mi familia, mis seres queridos. Me motiva pensar en los difíciles momentos que paso para poder movilizarme y llegar a los entrenos, mirar hacia atrás me llena de energía”.
Su mamá es su apoyo más importante, si bien la define como alguien “tranquila con el deporte”, pues no hablan mucho de esto, sabe y siente el orgullo que le genera al representar al país en el exterior.
Al preguntarle por un sueño en su vida responde sin dudas, “estudiar, conseguir una carrera con todas las puertas que me ha abierto el deporte, estoy en el momento perfecto para hacerlo”.
Ante esto, Guillermo tiene claro cómo quiere que lo recuerden cuando deje las canchas, “una persona humilde, buen compañero, como siempre lo he sido, así quiero que me recuerden”, mencionó el experimentado jugador.
El capitalino busca llevar un mensaje a cada niño y persona en el país, “invitarlos a realizar prácticas deportivas, salir a los parques, motivar a sus hijos y seres queridos a realizar actividad física pues es la mejor forma de combatir la pereza, drogas y muchas cosas que no llevan a la juventud a nada bueno”.
